¿De Verdad Comprar Cosas Te Hace Más Feliz? 11 Razones A Considerar

¿De Verdad Comprar Cosas Te Hace Más Feliz? 11 Razones A Considerar

¿Has comprado alguna vez un artículo tan sólo para sentirte bien contigo mismo?

Posiblemente la respuesta a la pregunta es que sí. Todos lo hemos hecho alguna vez. No hay de que avergonzarse.

Después de un día malo y estresante muchas personas sienten que necesitan recompensarse a sí mismos con algún capricho. Lo que hace que se pongan a hacer compras compulsivamente. Pues bien, esta clase comportamiento tiene un nombre, terapia de compras.

Seguro que cuando compras muchos de estos artículos que no necesitas, después del momento inicial de satisfacción te invade una sensación de vacío y arrepentimiento. Eso se debe a que en realidad todas estas cosas materiales no te traen la felicidad, especialmente si te endeudas para conseguirlas.

En este artículo hablaré de las razones por las que este tipo de comportamiento consistente en comprar muchas cosas materiales en realidad no va hacer que te sientas feliz. Espero que este artículo te ayude a ser más racional en tus decisiones como consumidor.

A pesar de que necesitamos comprar todo tipo de artículos distintos para sobrevivir como por ejemplo cosas relacionadas con comida, ropa, seguridad, vivienda, etcétera, no todo lo que consumimos en nuestro día a día es necesario.

En algunos casos muchas de las cosas materiales que compramos ni siquiera nos hacen felices. Si no que las compramos por una variedad distinta de razones de la que ni nos damos cuenta.

Aquí debajo te dejo una lista de razones que deberías considerar cuando compres cualquier tipo de artículo que creas que te hará feliz.

1. No dejes que tus posesiones te definan

Es bastante común que la gente tenga en su cabeza una imagen de qué es lo que significa ser una persona exitosa. Esta imagen acostumbra ser la de una persona que tiene bastante dinero y muchas posesiones. Una persona que gasta su dinero sin mesura ni preocupación.

Por ello no es de extrañar que sea fácil ver a personas que no hacen más que comprar y comprar cosas materiales para proyectar esta imagen de éxito, ya que creen que les ayudará a ser aceptados y respetados por la sociedad.

Estas personas se pierden a sí mismas entre tantas posesiones innecesarias. No hacen más que identificarse con ellas, puesto que creen, equivocadamente que estas definen quienes son. Si estas posesiones desaparecen de sus vidas por la razón que sea, su identidad desaparece con ellas.

Las cosas que compramos son únicamente cosas. No van a definir quién eres. No te traerán la felicidad a largo plazo, ya que la felicidad es más compleja que eso.

Así que no intentes ser otra persona. Compra cosas que de verdad quieras y necesites, no las que te indique la sociedad. Sé quién quieras ser, no quien te marque tu entorno.

2. Comprar cosas puede evitar que alcances tus objetivos

Si compras cosas que no necesitas en el corto plazo, puede que estés comprometiendo tus objetivos y sueños en el largo plazo. Para poder cumplir un sueño o un objetivo es clave que estés concentrado y tengas la disciplina necesaria para triunfar.

Esto se hace bastante difícil si estás perdiendo tu tiempo y tu dinero comprando, acumulando y manteniendo tantas cosas materiales como puedas. Toda esta carga económica que traes a tu vida puede impedirte alcanzar tus objetivos, especialmente tus objetivos financieros.

Así que cuando tengas que comprar algo, piensa si en realidad lo necesitas o si te va a impedir alcanzar tus objetivos. Piensa en las consecuencias negativas de estancarte en tu vida y no alcanzar tus sueños u objetivos. Piensa en el estrés, tristeza, frustración, decepción, etcétera, que sentirás.

3. Te distraerá de lo que de verdad importa

Estar constantemente comprando cosas materiales, no es más que una distracción de las cosas que de verdad importan en la vida. Tener demasiadas posesiones te mantendrá distraído y ocupado, perdiendo un tiempo muy valioso que podrías estar invirtiendo en otras cosas.

Por ejemplo si te compras una casa más grande con más habitaciones de las que necesitas o con demasiados caprichitos y detalles que no vas ni a utilizar, puede que estés muchísimos más años pagando la hipoteca.

En vez de eso podrías usar ese dinero para viajar por el mundo, o ahorrarlo para poder retirarte unos cuantos años antes y básicamente hacer lo que quieras. Siempre va a ser una mejor opción que tener que estar preocupado a final de mes por que no te llega el dinero.

Pasar tiempo con tus familiares y amigos disfrutando de buenos momentos y experiencias, sin lugar a duda te harán mucho más feliz que cualquier posesión material. No sirve de nada tenerlo todo si no tienes a nadie con quien compartirlo.

Si te distraes acumulando posesiones, te perderás muchas cosas importante en la vida.

4. No es bueno para el planeta

Aunque esta razón por la que no deberías comprar demasiadas cosas materiales puede que a ti te dé la impresión de que no te afecta muy directamente, es sin  lugar a duda un factor muy importante que deberías considerar siempre.

A medida que aumenta la demanda de bienes de consumo, también se incrementa la producción de estos bienes. Esto conduce a muchos problemas medioambientales como más emisiones contaminantes, mayor uso de la tierra y deforestación, o mayores residuos de plásticos y otros materiales.

En otras palabras, el consumismo no hace más que acelera el cambio climático. Intenta cambiar tu estilo de vida y empieza a pensar más si de verdad necesitas todo lo que consumes, el planeta te lo agradecerá.

5. Cuanto más tienes, más quieres

Cuando te acostumbras a la satisfacción instantánea que generan las cosas materiales, necesitas más y más cosas continuamente para poder satisfacer esa necesidad. Cada vez los nuevos objetos te reportan menos gratificación. Da igual la cantidad que compres, nunca es suficiente.

Aunque compres algo nuevo y consigas un poco de satisfacción instantánea, esta no va a durar mucho. Por ejemplo digamos que te compras el nuevo iPhone o un coche nuevo. Al principio puede que estés contento y satisfecho pero dentro de poco cuando saquen una nueva versión toda esa emoción se desvanecerá muy deprisa.

Siempre va a haber una versión nueva y mejor. El mundo se mueve muy rápido, siempre hay nuevos modelos, tecnologías, modas, estilos, etcétera. Sencillamente, no hay manera de poder seguir todas las innovaciones que suceden. Así que confórmate con lo que tienes.

6. Hay un cierto número de cosas que puedes usar

Para que quieres tener 30 pares de zapatos o 30 camisas distintas. ¿De verdad usas una diferente cada día del mes? Cuando compras demasiadas cosas llega un momento en el que tienes más de lo que necesitas e incluso mucho más de lo que puedes llegar a usar.

Muchas de tus cosas se quedan en el fondo del armario sin que incluso hayas tenido la oportunidad de usarlas una única vez. Así que cada vez que compres algo nuevo, que de verdad necesites, deshazte de algo que ya no usas.

Si tienes cosas por casa que ni usas ni necesitas, dónalas a una organización benéfica o vendarlas por internet. Podrás ayudar a alguien que lo necesite o hacer algo de dinerito que poder ahorrar o invertir. Esto te hará mucho más feliz que gastar el dinero en cosas materiales.

7. No conseguirás satisfacer tus necesidades emocionales

Al comprar algo nuevo es posible que te invada una sensación de entusiasmo y felicidad. Pero esos son sentimientos temporales ya que no mucho después de tu compra desaparecerán y te encontrarás de nuevo buscando más cosas que comprar.

La verdadera felicidad a largo plazo no se encuentra comprando cosas materiales, no se puede adquirir con dinero. Si quieres felicidad de la buena la encontrarás en las relaciones, las amistades, la libertad, la paz, etcétera, pero no en cosas materiales, estas no te llenarán emocionalmente.

Así que céntrate en los sentimientos y emociones que el dinero no puede comprar. Persigue las cosas inmateriales que traerán felicidad en el largo plazo.

8. El coste inicial podría no ser el único

Es importante que tengas en cuenta que en muchos casos puede que el precio que pagas por un objeto o artículo no sea el único coste que acabes pagando.

Por ejemplo si pagas con una tarjeta de crédito, vas a tener que pagar intereses durante los próximos meses o años lo que aumentará tus gastos. Estos gastos podrían no sólo ser de financiación, pero también de almacenamiento o de impuestos entre muchos otros.

Otro buen ejemplo sería si compras un barco. Primero pagarás el precio del barco, pero luego deberás pagarle al puerto para poder tenerlo allí o comprar un garaje para meterlo. Además puede que tengas que pagar impuestos anuales.

Antes de comprar cualquier cosa, además del precio inicial, piensa si va a tener un coste extra en el largo plazo. No quieres tener gastos sorpresa.

9. Acabarás con problemas de dinero

Desperdiciar el dinero que tanto te ha costado ganar en compras de cosas que no necesitas y que en el fondo no contribuyen a tu felicidad y bienestar no es una decisión muy inteligente.

Esto es especialmente cierto si además, por culpa de comprar cosas innecesarias, estás gastando cada mes más dinero del que recibes de tus fuentes de ingresos. Ya que si sigues por este camino al final es bastante probable que termines por tener problemas de deuda.

No te darás cuenta y acabarás con deuda por tarjetas de crédito, préstamos personales y altos intereses. Cuando se llega a este punto cuesta mucho trabajo escapar de él. Así que controla tu gasto antes de que acabes con deudas que te provoquen estrés y dolores de cabeza.

10. No vas a impresionar a nadie

Para que vamos a engañarnos una de las principales razones por las que compramos cosas demasiado caras que en realidad no necesitamos es para poder impresionar a nuestros amigos,  vecinos, compañeros de trabajo, etcétera.

Lo que no nos damos cuenta es que en el fondo a ellos no les impresionamos mucho con nuestros nuevos coches o móviles. Puede que al principio se interesen un poco por tu última compra, pero en poco tiempo volverán a lo suyo y se olvidaran fácilmente.

Las personas están bastante ocupadas con sus vidas tus compras no son una prioridad para ellos. Así que compra lo que necesites y te haga feliz. Deja de pensar en impresionar a otros.

11. Más posesiones, más responsabilidades

Cada nueva cosa material es una nueva preocupación para ti. Un artículo más significa una cosa más que puede romperse, rayarse, estropearse o ser robada. Esto va a requerir que estés continuamente gastando tiempo, energía, dinero y concentración que podrías estar empleando en otras cosas como ser feliz.

Si compras muchas cosas estas acabarán por deteriorarse y cuando esto sucede querrás substituirlas por cosas nuevas. Después se repetirá lo mismo, y así indefinidamente. Gastarás tanto tiempo reponiendo y manteniendo tus cosas que al final ni siquiera tendrás tiempo para disfrutar de las mismas.

Este es un ciclo que no va a parar de repetirse en tu vida, a no ser que hagas un cambio de mentalidad y aprendas a vivir con menos cosas.

Conclusiones

La satisfacción que te aportan las posesiones materiales es tan sólo temporal. Al cabo de unos días incluso horas esta desaparecerá. Como hemos visto arriba hay muchas razones por las que no es posible alcanzar la felicidad comprando artículos físicos.

Es normal querer vivir una vida de felicidad y abundancia. No hay nada malo en gastar dinero comprando cosas que necesitas, además de algunos caprichitos. Sin embargo la felicidad a largo plazo no se encuentra en cosas materiales.

Si gastas demasiado dinero en cosas materiales innecesarias, en vez de en lo que realmente te hace feliz y es importante para ti, posiblemente acabarás teniendo problemas de dinero.

Las deudas que crees con tus malos hábitos tendrán un efecto negativo en tu vida, tu futuro y tu salud. Debes centrarte en romper estos patrones de comportamiento consumista para así poder perseguir cosas que de verdad traigan a tu vida felicidad de la buena.

Si crees que compras demasiadas cosas materiales que no necesitas tan sólo para sentirte bien contigo mismo, tienes que identificar la razón por la que sigues este patrón.

  • ¿Qué es lo que te empuja a comprar?
  • ¿Qué sientes después de comprar?
  • ¿Podrías hacer otras cosas que te proporcionaran la misma satisfacción?

Determina cuales son las razones por las que te comportas así. De este modo podrás entender mejor este mal hábito que tienes y así podrás substituirlo por algo distinto que te llene más y sea más beneficioso para ti.

Algunas de las cosas que puedes hacer son ir con la familia a comer, hacer deporte, quedar con los amigos para tomar unas cervezas, ir a dar un paseo, ver una película, leer un libro, etcétera.

No busques la felicidad en cosas materiales, ya que no la encontrarás. La felicidad de verdad, la que es a largo plazo, se encuentra en cosas que el dinero no puede comprar.

 

¿Crees que hay más razones por las que no deberías comprar tantas cosas materiales? ¿Qué alternativas a comprar te hace más feliz? Deja tus comentarios debajo.

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